Ya está más que comprobado que la mejor forma de aprender un idioma extranjero es de forma vivencial, insertarse sin miramientos entre los dominios de quienes son dueños de ese idioma, de esa manera natural e intuitiva en que conocemos y aprendemos nuestro idioma nativo, son las experiencias lúdicas de las actividades cotidianas las que por asociación nos permiten interiorizar no solo el significado, sino la significancia de las palabras y conceptos, avanzando cada vez más hacia lo concreto y técnico, donde luego de “vivir el idioma” conocemos y aprendemos esas reglas gramaticales y ortográficas que son importantes conocer posteriormente o de forma paralela en el aprendizaje.
Actividades como ir a una excursión, asistir a conciertos, museos o actividades culturales, ir al mercado o simplemente caminar entre las multitudes para poder detenerse en una cafetería y pedir algo de tomar donde la interacción con personas que manejen ese idioma que queremos aprender de forma nativa, la percibamos de forma directa y concreta, definitivamente es esa la mejor manera de asimilar, entender y aprender ese nuevo lenguaje con sus modismos y cadencias.
En el caso del idioma “Español” es más que fundamental esta vivencia, ya que es un idioma, que a los ojos y oídos de los foráneos, es muy complejo, pues tiene una riqueza lingüística y gramatical enorme, no es sencillo cuando se pretende aprender únicamente en su gramática, ya su ortografía es un gran reto, por esto, “La Universidad Pontificia de Salamanca” crea el entorno ideal con una serie de actividades culturales sumado a un riguroso y completo programa académico, casi personalizado, que nos permitirá en muy poco tiempo estar hablando, pensando y entendiendo este nuevo idioma, el “Curso Español Salamanca” se convierte en icono de la mejor forma de aprenderlo.
A estas vivencias que la universidad dentro de sus actividades académicas programadas tiene, donde incluso convoca a sus estudiantes en un edificio histórico del siglo XVII, sede del “Colegio Real de la Compañía de Jesús”, e inserta al estudiante en la cultura española, se le suma un acucioso y bien planificado pensum o programa académico con técnicas aplicadas a pequeños grupos, haciendo que las clases sean prácticamente personalizadas, con la ayuda de profesores especializados cualificados por su experiencia en la enseñanza del idioma español, un idioma cada vez más universal.
Es así que en Salamanca, el aprendizaje se crea el entorno ideal, en la cuna del mismo, que permite a los estudiantes extranjeros o a aquellos que desean perfeccionar el idioma español, aprenderlo en las mejores condiciones, disfrutando de experiencias únicas, valiosas e inolvidables y practicarlo de la forma adecuada y vivencial tal como cada quien aprendió su idioma nativo.