Las doctrinas éticas modernas y la economía

Renacimiento: Italia s. XV y XVI, resto de Europa en el XVI. Desde la Baja Edad Media, la tendencia es pasar de sistemas monárquicos autoritarios, débiles y dependientes de los intereses feudales de la nobleza a monarquías absolutas en las que la nobleza está sometida a la jerarquía del Estado y la doctrina política es el absolutismo: el rey tiene una autoridad absoluta que “recibe directamente de Dios” y es el único con poder para legislar.

La ética de “vivir noblemente” en España: En 1675, Alfonso Núñez de Castro escribía: “Dejemos a Londres producir esos paños tan queridos de su corazón; dejemos a Holanda producir sus telas, a Florencia sus sedas, a las Indias sus pieles y vicuñas, a Milán sus brocados, a Italia y Flandes sus linos, durante tanto tiempo cuanto nuestro capital pueda disfrutar de ellos; lo único que eso prueba es que todas las naciones trabajan para Madrid y que Madrid es la reina de los Parlamentos, porque todo el mundo la sirve a ella y ella no sirve a nadie”

La modernidad comienza en Europa en el siglo XVI: Durante 300-400 años suceden diversos acontecimientos que alteran la estructura y el pensamiento de estas sociedades. Surge una nueva mentalidad en la que se fragua una nueva actitud respecto al mundo