Lo que se puede esperar de la educación

Hay algunas cosas que se deben exigir a una buena educación para que esta se considere adecuada. Por ejemplo, evidentemente, aprender a leer y escribir o utilizar correctamente los números y las fórmulas básicas de álgebra son imprescindibles, aunque hay que reconocer que educar es mucho más que aprender de letras y cuentas. Educar es enseñar a una persona a tomar decisiones ponderando los pros y los contras, definiendo un pensamiento individual que se pueda complementar con el colectivo y que cada uno se haga responsable de sus actos sean estos los que sean. Eso es realmente la educación.

Por esta razón suele darse el caso de que los mejores profesores, los que obtienen mejores resultados académicos, no son los que se centran en impartir los conocimientos y evalúan los avances solo con exámenes, sino que los verdaderos educadores de éxito son aquellos que con el paso de los años continúan teniendo el cariño de sus alumnos y son apreciados y valorados, hasta recordados con nostalgia cuando se habla de los días de escuela.

Por lo tanto, de la buena educación se puede esperar que fomente las buenas costumbres, que haga ciudadanos productivos para la sociedad y que contribuya a hacer nuestro mundo un poco mejor en la medida en la que cada uno pueda.